lunes, 19 de octubre de 2009

Los lunes de Octubre

Echar las redes en solidaridad con los más pobres, haciendo visible la radicalidad del evangelio

Contemplar la realidad desde la mirada de Jesús nos impulsa a vivir un acercamiento real al mundo de los pobres, dejarnos afectar, modificar la vida y situarnos compasivamente ante la realidad de los sufrientes y excluidos. Esta llamada nos compromete a:

  1. Manifestar de forma clara y renovada nuestra opción por los pobres:
  • adentrarnos en la realidad de las nuevas formas de pobreza que el mundo de hoy está generando;
  • revisar en cada contexto dónde es más necesaria nuestra presencia;
  • abrir caminos que den respuesta a las mayores urgencias.

  1. Explorar nuevas maneras de hacer red entre comunidades y obras de la Compañía de María y con otras Congregaciones, instituciones y grupos; potenciar actuaciones y buscar conjuntamente maneras audaces y creativas de incidir en la realidad.

  1. Discernir los lugares que hemos de atender preferentemente y apostar por ellos a nivel universal:
  • Acompañar y fortalecer las presencias más frágiles que queremos mantener.
  • Establecer redes de solidaridad entre las distintas obras y realidades para su mutua potenciación.

  1. Cualificar las experiencias de voluntariado para que sean, cada vez más, oportunidades de crecimiento humano tanto para los voluntarios y voluntarias como para las personas que acogen estos servicios.

  1. Potenciar la Fundación Internacional de Solidaridad Compañía de María (FISC) como un cauce, de carácter universal, de lucha contra la pobreza, de cooperación al desarrollo y de formación para la solidaridad y la justicia. Darla a conocer y reforzar su presencia en cada contexto.

Para seguir pensando:

En nuestro país, la pobreza es realidad y urgencia. La sociedad argentina ha tenido una respuesta solidaria frente a emergencias y catástrofes puntuales. Pero también espasmódica: a la convocatoria y reacción masiva, le sigue el rápido olvido y la indiferencia. Porque no logramos tomar conciencia de que la pobreza -como puede ser la inseguridad, la enfermedad, la injusticia social . es un problema nuestro, y no de los otros. Cuando un niño muere por hambre, a Dios se le muere un hijo, y a nosotros un hermano.

No hay comentarios: