Red Laical Compañia de María - España
Por Antón Zubiaurre
1.- Hay una fecha clave en lo referente a la Red Laical de la Compañia de María y es la del Capítulo XV que se celebra en abril de 2003. En este capítulo, laicos y religiosas diseñan y ponen las bases para la fundación y creación de la Red y para su puesta en práctica y desarrollo.Claro que antes hubo intentos de otro tipo y que previamente a este Capítulo se fue creando un caldo de cultivo para que esto sucediera, pero la fecha clave es la de Abril de 2003 que coincide con el Capítulo décimo quinto de la Compañía.
Posteriormente a este capítulo laicos y religiosas presentan en los diversos contextos de sus provincias esta “fundación”: claustros de profesores y profesoras, antiguas alumnas, padres y madres de familia y otros entornos y personas particulares.
2.- El proceso de puesta en marcha y consolidación de la Red Laical ha supuesto y está suponiendo en todo momento un trabajo de corresponsabilidad y colaboración entre laicos y religiosas. No hubiera podido ser de otra forma. Si esto no hubiera funcionado, nosotros hoy no estábamos aquí.
En todo lo que ha supuesto momentos y situaciones de organización, elaboración de materiales, líneas de profundización, los laicos hemos contado y seguimos contando con el acompañamiento de las religiosas.
3.- Todas y todos somos conscientes de que la Red Laical se trata, lógicamente, de un movimiento de laicos, pero también sabemos que los pasos hacia la consolidación de la Red los hemos de hacer con la presencia y compañía de las religiosas que comparten su experiencia y vivencia del carisma.
4.- Por otra parte, un movimiento apostólico de estas características necesita ir asegurando una buena estructura organizativa. No se trata de limitar y constreñir la actividad de los grupos, sino de que, en aras a ir creando Red, exista la posibilidad de asegurar elementos y componentes de trabajo y reflexión más o menos comunes, sistemas de comunicación que potencien la interrelación a nivel zonal, nacional e internacional y que aseguren cierto nivel de economía de recursos y esfuerzos.
5.- En todo esto la colaboración entre laicos y religiosas ha sido estrecha y continuada, tanto en el Equipo de Formación que es el que elabora los materiales, las guías, los temas, en el Equipo de Animación que se encarga de impulsar la dinámica zonal como en la vida de los grupos.
Por tanto, hay dos factores que ayudan a que esta colaboración y corresponsabilidad se lleve a cabo con naturalidad.
Por una parte, en todos los niveles, bien sean nacionales, zonales o de grupo esta presente alguna religiosa. A nivel nacional coordinan, junto con un grupo de laicos y laicas, todo lo relacionado con la Red. En las diferentes zonas hay religiosas que actúan como referentes de los grupos existentes y en lo local acompañan a los grupos.
6.- Por otra parte, el participar de forma conjunta laicos y religiosas en la elaboración de los materiales crea un sentimiento de hacer camino juntos, de moverse en terreno conocido, de mayor implicación, de trabajar codo a codo.
Las guías de reflexión sobre las que trabajan los grupos han ido, hasta ahora, en la línea de considerar temas:
1. de formación cristiana y apostólica
2. de implicación cristiana en la vida (compromiso temporal)
3. de espiritualidad y carisma de la Compañía de María
7.- La dinámica de trabajo es normalmente la de un encuentro mensual, en el que se ora, se comparte reflexión, se valoran los testimonios, se comparte e ilumina nuestra vida diaria, se recoge lo más significativo y se comunica, motiva y entrega materiales para la próxima reunión.
8.- Damos mucha importancia al tiempo transcurrido entre encuentro y encuentro porque somos conscientes de que los grupos de la Red son grupos apostólicos “de y para la vida.”
No son grupos de estudio y formación únicamente. Son grupos que requieren y exigen una cierta hondura y grado de implicación en el seguimiento de Jesús, el Señor, y de una buena dosis de sinceridad, de convencimiento y de convicción de que lo que hacemos vale para todos y tiene un significado existencial.
9.- Hay otras dinámicas que también ofrece la Red como la de las Jornadas de Espiritualidad en las que participan personas de los diferentes grupos de la zona que se encuentran en un lugar concreto para reflexionar y orar con más tranquilidad y sobre un tema prefijado, el de los Ejercicios Espirituales personalizados y en la vida ordinaria. Se dan también encuentros de moderadores a nivel de zona, nacional y otros encuentros con un carácter más lúdico y de interrelación y conocimiento de las personas de la Red
Todo esto va dando cuerpo y dinamismo a la Red y sentido de pertenencia a las personas que participan y se implican
10.- Si antes decíamos que el Capítulo décimo quinto de 2003 fue clave para echar a andar a la Red, Julio de 2007 es otro hito histórico en la evolución de la Red porque celebramos en Burdeos el primer Encuentro Internacional de la Red Laical. Y fue importante este encuentro porque:
1. pudimos constatar el dinamismo y entusiasmo que se había creado en una Red que tenía una vida tan corta.
2. nos dimos cuenta, también, de que, a pesar de los contextos tan diferenciados de los que provenía la gente, había una sintonía en el fondo y se pudo llegar a una clarificación de la identidad, funciones y compromisos de la Red Laical Compañía de María como grupos de vida cristiana.
Por Aurora Meléndez
Lo he vivido como una llamada. Pertenecer a la Red Laical ha sido una respuesta, una opción libre a esa llamada. Es seguir a Jesús con el carisma y espiritualidad de la Compañía de María. Es una opción de vida. Es el privilegio de poder vivir la espiritualidad de Santa Juana de Lestonnac desde mi vocación de laica. La alegría de vivir una misma llamada pero desde una vocación diferente.
Me ayuda a vivir, a actuar según los valores evangélicos en el principal campo de acción que es la VIDA: en el día a día, con los amigos, con la familia… En definitiva ser capaz de descubrir a Dios en lo cotidiano. Me ha ayudado a posicionarme como persona cristiana en todos los contextos, sobre todo en el laboral, un contexto agnóstico que considera que el mirar al otro, el tender la mano, la entrega, la gratuidad de nuestras acciones es cosa de “tontos” Ahora me gustaría explicar mi experiencia en los Ejercicios Espirituales en la vida cotidiana. Había tenido otras experiencias de Ejercicios, pero cuando estas “encerrada” todo es muy bonito, tienes una relación personal con Dios…pero ¿Y cuando vuelva a la vida diaria? ¿Qué hago? En los EEVC esto no pasa porque estas teniendo la experiencia y el encuentro con Dios en la vida misma. No contemplas la vida desde fuera sino desde dentro, inmerso en la vida misma.
En definitiva me ayudó a mirar y vivir la vida siendo consciente de que la estoy viviendo.
Por Antón Zubiaurre
1.- Hay una fecha clave en lo referente a la Red Laical de la Compañia de María y es la del Capítulo XV que se celebra en abril de 2003. En este capítulo, laicos y religiosas diseñan y ponen las bases para la fundación y creación de la Red y para su puesta en práctica y desarrollo.Claro que antes hubo intentos de otro tipo y que previamente a este Capítulo se fue creando un caldo de cultivo para que esto sucediera, pero la fecha clave es la de Abril de 2003 que coincide con el Capítulo décimo quinto de la Compañía.
Posteriormente a este capítulo laicos y religiosas presentan en los diversos contextos de sus provincias esta “fundación”: claustros de profesores y profesoras, antiguas alumnas, padres y madres de familia y otros entornos y personas particulares.
2.- El proceso de puesta en marcha y consolidación de la Red Laical ha supuesto y está suponiendo en todo momento un trabajo de corresponsabilidad y colaboración entre laicos y religiosas. No hubiera podido ser de otra forma. Si esto no hubiera funcionado, nosotros hoy no estábamos aquí.
En todo lo que ha supuesto momentos y situaciones de organización, elaboración de materiales, líneas de profundización, los laicos hemos contado y seguimos contando con el acompañamiento de las religiosas.
3.- Todas y todos somos conscientes de que la Red Laical se trata, lógicamente, de un movimiento de laicos, pero también sabemos que los pasos hacia la consolidación de la Red los hemos de hacer con la presencia y compañía de las religiosas que comparten su experiencia y vivencia del carisma.
4.- Por otra parte, un movimiento apostólico de estas características necesita ir asegurando una buena estructura organizativa. No se trata de limitar y constreñir la actividad de los grupos, sino de que, en aras a ir creando Red, exista la posibilidad de asegurar elementos y componentes de trabajo y reflexión más o menos comunes, sistemas de comunicación que potencien la interrelación a nivel zonal, nacional e internacional y que aseguren cierto nivel de economía de recursos y esfuerzos.
5.- En todo esto la colaboración entre laicos y religiosas ha sido estrecha y continuada, tanto en el Equipo de Formación que es el que elabora los materiales, las guías, los temas, en el Equipo de Animación que se encarga de impulsar la dinámica zonal como en la vida de los grupos.
Por tanto, hay dos factores que ayudan a que esta colaboración y corresponsabilidad se lleve a cabo con naturalidad.
Por una parte, en todos los niveles, bien sean nacionales, zonales o de grupo esta presente alguna religiosa. A nivel nacional coordinan, junto con un grupo de laicos y laicas, todo lo relacionado con la Red. En las diferentes zonas hay religiosas que actúan como referentes de los grupos existentes y en lo local acompañan a los grupos.
6.- Por otra parte, el participar de forma conjunta laicos y religiosas en la elaboración de los materiales crea un sentimiento de hacer camino juntos, de moverse en terreno conocido, de mayor implicación, de trabajar codo a codo.
Las guías de reflexión sobre las que trabajan los grupos han ido, hasta ahora, en la línea de considerar temas:
1. de formación cristiana y apostólica
2. de implicación cristiana en la vida (compromiso temporal)
3. de espiritualidad y carisma de la Compañía de María
7.- La dinámica de trabajo es normalmente la de un encuentro mensual, en el que se ora, se comparte reflexión, se valoran los testimonios, se comparte e ilumina nuestra vida diaria, se recoge lo más significativo y se comunica, motiva y entrega materiales para la próxima reunión.
8.- Damos mucha importancia al tiempo transcurrido entre encuentro y encuentro porque somos conscientes de que los grupos de la Red son grupos apostólicos “de y para la vida.”
No son grupos de estudio y formación únicamente. Son grupos que requieren y exigen una cierta hondura y grado de implicación en el seguimiento de Jesús, el Señor, y de una buena dosis de sinceridad, de convencimiento y de convicción de que lo que hacemos vale para todos y tiene un significado existencial.
9.- Hay otras dinámicas que también ofrece la Red como la de las Jornadas de Espiritualidad en las que participan personas de los diferentes grupos de la zona que se encuentran en un lugar concreto para reflexionar y orar con más tranquilidad y sobre un tema prefijado, el de los Ejercicios Espirituales personalizados y en la vida ordinaria. Se dan también encuentros de moderadores a nivel de zona, nacional y otros encuentros con un carácter más lúdico y de interrelación y conocimiento de las personas de la Red
Todo esto va dando cuerpo y dinamismo a la Red y sentido de pertenencia a las personas que participan y se implican
10.- Si antes decíamos que el Capítulo décimo quinto de 2003 fue clave para echar a andar a la Red, Julio de 2007 es otro hito histórico en la evolución de la Red porque celebramos en Burdeos el primer Encuentro Internacional de la Red Laical. Y fue importante este encuentro porque:
1. pudimos constatar el dinamismo y entusiasmo que se había creado en una Red que tenía una vida tan corta.
2. nos dimos cuenta, también, de que, a pesar de los contextos tan diferenciados de los que provenía la gente, había una sintonía en el fondo y se pudo llegar a una clarificación de la identidad, funciones y compromisos de la Red Laical Compañía de María como grupos de vida cristiana.
Por Aurora Meléndez
Lo he vivido como una llamada. Pertenecer a la Red Laical ha sido una respuesta, una opción libre a esa llamada. Es seguir a Jesús con el carisma y espiritualidad de la Compañía de María. Es una opción de vida. Es el privilegio de poder vivir la espiritualidad de Santa Juana de Lestonnac desde mi vocación de laica. La alegría de vivir una misma llamada pero desde una vocación diferente.
Me ayuda a vivir, a actuar según los valores evangélicos en el principal campo de acción que es la VIDA: en el día a día, con los amigos, con la familia… En definitiva ser capaz de descubrir a Dios en lo cotidiano. Me ha ayudado a posicionarme como persona cristiana en todos los contextos, sobre todo en el laboral, un contexto agnóstico que considera que el mirar al otro, el tender la mano, la entrega, la gratuidad de nuestras acciones es cosa de “tontos” Ahora me gustaría explicar mi experiencia en los Ejercicios Espirituales en la vida cotidiana. Había tenido otras experiencias de Ejercicios, pero cuando estas “encerrada” todo es muy bonito, tienes una relación personal con Dios…pero ¿Y cuando vuelva a la vida diaria? ¿Qué hago? En los EEVC esto no pasa porque estas teniendo la experiencia y el encuentro con Dios en la vida misma. No contemplas la vida desde fuera sino desde dentro, inmerso en la vida misma.
En definitiva me ayudó a mirar y vivir la vida siendo consciente de que la estoy viviendo.
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