Los lunes de agosto

Hola a todos:
Compartimos con Uds. otro fragmento del ciclo de conferencias de Anselm Grun.

Armonía interior: un camino posible

Por Anselm Grun

Se que hay muchas personas que gozan al encontrar la paz interior, la tranquilidad y serenidad, sin embargo al mismo tiempo veo que muchos son los que no pueden alcanzar esa paz, influyen en eso toda una serie de factores externos, como puede ser el ruido, por ejemplo; cuando venía para acá en medio del tránsito hoy a la tarde, me preguntaba si en este lugar acaso no sería aún mas difícil llegar a esa calma, a esa serenidad interior que en el caso nuestro del monasterio. (…)

(…) En el Evangelio de Juan, Jesús dice: "la verdad los hará libres", solo podemos encontrar la calma si tenemos el valor de afrontar la propia verdad. Pero me pregunto entonces ¿como vamos a encontrar el valor para afrontar esta propia verdad?, solo lo podemos hacer si nos sentimos aceptados en forma incondicional por Dios, porque entonces sabremos que todo en nosotros puede ser. Esta es una de las causas principales de desasosiego, la mayoría de las personas permanentemente se valora a si misma, cuando hablo con ellos me dicen: "siento enojo", "siento miedo dentro de mi", "pero este miedo no debería estar", "tampoco debería sentir este enojo", "como cristiano yo debería tener siempre esa calma", y como permanentemente se evalúan no pueden soportarse a si mismos. La condición principal para llegar a la paz y a la tranquilidad es no seguir valorándose, es dejar de evaluarse; las cosas son como son, yo le entrego mi verdad a Dios, y Dios me acepta y me ama incondicionalmente. (…)

(…) Otra causa de desasosiego es la falta de medida, la desmesura, que cada vez necesitamos más, queremos tener más. Me pregunto entonces: ¿como vamos a acceder a la calma?. (…)

(…) Una causa de intranquilidad es el sentimiento de obligación de colmar las expectativas, todos tienen expectativas, la familia, la comunidad, la Iglesia , la sociedad, y si siempre debo cumplir expectativas en algún momento voy a transformarme, voy a tener amarguras, voy a estar insatisfecho, para poder asumir que no podré alcanzar jamás algunas expectativas, necesito un contrapeso, eso es el ritual, el ritual que me pertenece, el tiempo sagrado para mi, la sensación de que vivo para mi en lugar de ser vivido. Esto es importante en el medio del ajetreo cotidiano, esto de encontrar un momento de calma. (…)

(…)Hoy en día se habla de las personas simultantes, son aquellas personas que hacen varias cosas simultáneamente, van a pasear, usan el celular para charlar con un amigo y además controlan el banco. Esto es práctico quizás, pero si nunca cierro una puerta, entonces voy a estar siempre en una corriente de aire y esto no le hace bien al alma, tenemos que cerrar algunas puertas para que puedan abrirse otras puertas. Solo en un espacio cerrado lograremos la calma, si estamos siempre en la corriente de aire jamás lograremos esa calma. (…)

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