martes, 7 de julio de 2009

Capitulo General 4

Comunicación nº 4
Roma, 4 de julio de 2009

Hoy cuatro de julio ha sido la comunidad de Egipto, representada en el Capítulo por Sandra Jaramillo, quien nos introdujo en la liturgia del día. En actitud orante contemplamos algunas imágenes de distintas confesiones religiosas y escuchamos cantos del rito copto ortodoxo: el Padre Nuestro y el Ave María, en lengua árabe.

Nos acompañó en el desarrollo de la temática el P. Alexander Zatyrka sj, director del departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad Iberoamericana de Méjico, con una amplia experiencia de inserción en el mundo indígena (Chiapas, Méjico). Fue él quien elaboró el documento preparatorio: “Cultura y Fe Cristiana”, que reflexionamos en la ficha 1 del trabajo de preparación al Capítulo.

El objetivo de este día ha sido la profundización en el eje temático. Las tres ponencias y los diálogos mantenidos a partir de las mismas han sido un buen inicio de la reflexión capitular. Para motivar la lectura de los documentos, que ya se encuentran en la página de la Compañía: www.lestonnac.org , anotamos el título y alguna idea clave de cada una de ellas.

Cultura, Religión e Identidad: Toda cultura tiene tres elementos estructurales fundamentales: cosmovisión, ethos y religión, es decir la descripción de cómo es el mundo en realidad, la manera como debe uno comportarse en este mundo y finalmente aquello que une estos dos conocimientos. Porque las cosas son así (cosmovisión) hay que actuar así (ethos). La religión es una especie de resumen dinámico de la cosmovisión y el ethos.

Experiencia de Dios y Religión: La religión es el núcleo de la cultura y la experiencia de Dios, el núcleo de la religión. No hay cultura sin religión y no hay religión que no se exprese en actos religiosos. La experiencia de Dios podríamos denominarla con el término ignaciano de “experiencia fundante”. Es la que da sentido a la visión de la realidad y transforma radicalmente a la persona que la vive.
Encontrarse y entrar en relación con Jesús de Nazareth es la experiencia fundante de los cristianos. En Él, Dios se nos revela como Alguien que se entrega hasta el extremo. Por lo tanto un signo de la auténtica experiencia cristiana es tener la vivencia de recibir un llamado a despojarse en el vaciamiento/entrega (kénosis) por amor.

Evangelización y Cultura: El Evangelio está llamado a encarnarse en la cultura asumiéndola completamente y al mismo transformándola, llevándola a su plenitud.

Pasos de una evangelización inculturada:
La necesidad de conocer la propia cultura y su relación con el Evangelio.
Llegar a conocer al otro, como “otro”.
El diálogo, núcleo del proceso de inculturación.

Niveles del diálogo en el proceso de inculturación.
Diálogo de vida y de interacción diaria.
Diálogo de intercambio intelectual.
Diálogo de experiencia espiritual.
Diálogo como colaboración para la promoción humana. Una manera privilegiada de dar testimonio de la fe cristiana es unirse a los esfuerzos por construir una sociedad y un mundo más justo y equitativo.

Un papel decisivo en el proceso de inculturación lo tienen las mismas comunidades cristianas.

Al iniciar la segunda ponencia, con una representación de mimo se nos invitó a contemplar con cariño la realidad del mundo actual, teniendo como telón de fondo el tema desarrollado.

Cerramos el día con la Eucaristía, celebrando la irrupción del Reino de Dios como horizonte de sentido para la humanidad.

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