lunes, 15 de noviembre de 2010

Los lunes de Noviembre




MARÍA E ISABEL

Desde siempre el amor mira

el rostro jadeante de la tierra.

Cuando llegó la plenitud del tiempo,

a Isabel

ya se le habían ahogado sus sueños

en el mar muerto de la esterilidad,

y en María

brotaba una incipiente juventud

que superaba todo pensamiento.

Dios las sorprendió a las dos

al emerger con la propuesta de la Vida

en su intimidad de sombra y gozo;

llegaba la originalidad del mismo Dios

hasta la sangre contaminada

de los siglos.

María acoge la ternura de Dios

hecho barro palpitante

en su descenso hasta nosotros

y es enviada hasta su prima, embarazada de seis meses,

Isabel recibe a la joven servidora

que el Espíritu le acerca

con un júbilo tan grande

que sus entrañas se estremecen.

Las dos historias se encuentran

se pertenecen una a la otra,

se explican mutuamente,

y al abrazarse se entrelazan

en un mismo designio

que se teje en las palabras y los gestos.

En la esterilidad de Isabel,

en la primavera de María,

acudió como savia silenciosa

la sabiduría y la fuerza de Dios

que se hizo no poder y no saber

para enraizarse con nosotros.

A Juan y a Jesús

en el seno materno

ya los arrulló el canto

y los meció la danza

de María e Isabel.

Benjamín González Buelta

Pido:
Ser conciente de la presencia del Señor, anunciarlo como Isabel y cantarlo como María. Descubrir y valorar el aporte de la mujer en la historia actual de la salvación.

No hay comentarios: